Seguimos en la pelea

Con lo justo 

por Facundo Adamoli para Solo River

Cuando se respiraba en el aire ese olor a “errores del pasado”, en tiempo de descuento River logró el 2 a 0 final. Es que los viejos fantasmas volvían y no había forma de cerrar el partido. Con uno más, el equipo de Ramón no lograba darle al hincha esa seguridad de tener el partido bajo control. En el último respiro, el millonario agrandó la diferencia y se llevó los tres puntos ante All Boys tras vencerlo 2 a 0 por la fecha 13 del Torneo Final.

Cada fecha que pasa, deja aún más en evidencia la carencia de River en ofensiva. La falta de un nuevo de área neto, goleador y efectivo se traduce en la imposibilidad de quebrar el cero a cero ante incontables situaciones de gol.

Ramón descubrió algo interesente en ataque: en la sociedad Lanzini-Iturbe se encuentra aquella velocidad que Almeyda procuró buscar y no encontró en el Torneo Inicial. Ambos juveniles reúnen la verticalidad y la rapidez para desparramar rivales. En dribbling en velocidad era uno de los tantos componentes buscados y necesarios en el ADN del delantero millonario. No obstante, la inercia de ambos jugadores no está acompañada ni complementada por un potente goleador.

River se puso en ventaja rápido en el segundo tiempo pero el exceso de confianza volvió a ser el peor aliado del millonario. En vez de buscar el segundo, River comenzó a atacar a los “arcos del costado”, lateralizando demasiado la pelota y abusando de la pausa cuando el partido requería buscar el segundo gol.

Lanzini y Ledesma fueron unas de las figuras de la cancha. El primero, encarando y rompiendo la férrea marca de los de Floresta y el segundo manejando los hilos y los tiempos del partido, aunque, como se mencionó antes, abusó por momentos de la pausa.

La impaciencia del público está en sintonía con la de los jugadores. Hay ansiedad y se siente tanto en el ambiente como en el atolondramiento del equipo en busca del gol. El equipo de Ramón genera juego pero no logra concretar, y conforme se desperdician jugadas de gol, aumenta en proporción la frustración de los jugadores y del público.

La delantera de River está en crisis. La inclusión de Iturbe y Lanzini en ataque parece acertada, pero da la sensación de que River juega sin 9 de área. La falta de un referente en ataque hace de los intentos del equipo una búsqueda complicadísima para abrir el marcador. Son momentos decisivos, sí, pero es hora de arriesgar. ¿No es hora de mirar en la Reserva?.

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