Aburrimiento

Demasiado sueño

por Facundo Adamoli para Solo River 

Dicen que la luz solar tiene un efecto especial en el cerebro. En ausencia del brillo del sol, el cerebro segrega químicos que anuncian la llegada del sueño. Quizás es por eso que River, y sobre todo de visitante, sufre por la ausencia del sol.

Entrada la noche, el millonario apenas puede salir de esa modorra, ese letargo que lo convierte en un equipo falto de ambición y adormilado. Insinuando poco y nada, River no pudo confirmar su levantada en lo futbolístico y empató 0 a 0 ante Tigre por la fecha 6ª del Torneo Inicial.

River no se anima a prenderse en el campeonato porque a veces parece caer en la filosofía del “puntito inteligente”. Es como, si de algún modo, prefiriera cuidar el resultado a arriesgar el cero buscando el partido.

Se notó y mucho la ausencia de Teo Guiterrez. Fue alevosa la ausencia de alguien que se saliera del libreto, que osara a hacer algo más que un pivoteo intrascendente. El trabajo de Tigre en defensiva se lo resolvió la delantera de River, que de manera obtusa, se empecinó por entrar por el medio del área apelando a toques cortos y displicentes. La presencia de Cavenaghi fuera del área sobró durante todo el partido. Tirándose hacia atrás ocupó un lugar que a Lanzini, por portación de la 10, debería ocupar.

Los puntos más álgidos estuvieron en dos jugadores que a menudo reverberan en la irregularidad. Tanto Carbonero como Rojas, acostumbrados a penar entre la cal y la arena, fueron el punto de distribución, marca y desequilibrio que lo llevó a River a intentar lastimar al rival.

Ramón también sigue bajo. No consigue leer a tiempo el partido ni la situación de los jugadores. Notó tarde la intrascendencia de Menseguez, la excesiva tibieza de Lanzini y la testarudez de Cavenaghi en salir del lugar donde más peligroso se vuelve.

La mediocridad y la paridad de este campeonato invitan a pensar más allá del cero a cero. Es una lástima dejar puntos en el camino jugando ante rivales ignotos e inofensivos. El nivel del futbol argentino es demasiado bajo como para no convertir, ni golear ni llevarse los tres puntos de visitante. No es la Libertadores. No es el Morumbí. No puede costar tanto algo que a todas luces es tan accesible. 

Este River es indescifrable. Quedémonos con la teoría de que tienen sueño.

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