Cuelgue, canje y remate en el
Mercado de Pulgas
por Charro de A River lo quiero
Pocos sospecharon que la ¨renovación¨ de contrato de Vangioni destaparía tantas... ¿dudas?
La sucesión de pésimas decisiones alrededor de los contratos e incorporaciones solo han logrado ser tapadas por los extraordinarios resultados futbolísticos obtenidos durante los últimos 2 años. Infinidad de jóvenes de inferiores se han ido y no han hecho mucho ruido porque no lograron triunfar en sus destinos (lo cual podría marcar que ha sido acertada la decisión) pero la realidad es que ese rastrillaje de inferiores provocó que solo haya 2 juveniles relativamente nuevos en la pretemporada (uno es el cuarto arquero) y que la reserva se nutra en su mayoría de pibes de 17 años
Echar a tantos juveniles tiene 2 lecturas, por un lado no hay intención de esperar a los juveniles porque eso implica un gasto (hay que formalizar un contrato por 3 o 4 años) y por el otro, que no hay expectativas con esos jóvenes (lo cual habla de un pésimo trabajo en los últimos 6 años). Las inferiores habitualmente dan sus resultados unos 6 años después de comenzar (razón por la cual se podría estar hablando del fracaso del trabajo realizado por DAP) pero también hay un trabajo de corto y mediano plazo en el que la gestión de D´onofrio ha fracasado (no hubo acercamiento de jóvenes que nutrieran las alicaídas inferiores), se contentaron con buenos resultados y veremos cuando empiezan a revertir la situación.
Sin resultados que obnubilen y con la necesidad de comenzar un nuevo proceso, empieza el análisis y discusión sobre lo que se hizo y lo que hay. Ante la destrucción de un plantel absolutamente exitoso, empiezan los cuestionamientos pero más que nada empiezan a verse las fisuras del ¨relato¨ (o mejor dicho entre el relato y la realidad), todos empezamos a ver que se hicieron cosas muy buenas pero también hay manchas que no nos quieren mostrar y por ello todo pasa a ser un mar de dudas.
De pronto vemos que Chichizola se fue sin dejar plata cuando empezaba a madurar y convertirse en un arquero confiable pero fue tapado por el agradecimiento del hincha por el título que ayudó a ganar, porque su puesto estaba cubierto por un gran arquero y porque desde los medios oficialistas le echaban la culpa a DAP (D´onofrio tuvo unos meses de oportunidad para renovarle pero no confiaron en el pibe).
Llegó el turno de Rojas de aprovecharse de la situación. Desde la prensa se le dijo desagradecido y nadie quiso desviar la vista porque al fin y al cabo no era un jugador virtuoso (sería fácil reemplazarlo y nadie lo extrañaría) y además se podía tapar todo con la semifinal de Copa Libertadores (encima, un jugador más importante y conflictivo también hizo de las suyas y terminó yéndose como quiso).
Se obtuvieron las copas Libertadores y Suruga Bank pero irónicamente ese punto tan alto marca a las claras los puntos negros de la gestión. Empezaron las sangrías dolorosas, casi esperadas pero en secreto y en las sombras.
Primero se fue Funes Mori porque pagaron la cláusula de rescisión de contrato (¿cuánto era? ¿hubo una rebaja de ¨agradecimiento¨ y en pago de deudas? ¿por qué nunca se aumentó la cláusula?), luego fue Kranevitter quien se fue (no sabemos en que valor pero aparentemente fue bajísimo) y la frutillita del postre fue que Sanchez decidiera aprovecharse también del término de su contrato (a pesar de supuestas promesas al presidente). Hasta ahí podría haberse dicho que algo no andaba bien pero todo era tapado porque se debía jugar uno de los partidos más importantes de la historia de nuestro club.
Faltando unos días para iniciarse la pretemporada leemos que la dirigencia quiere ¨colgar¨ a los jugadores que no renuevan contrato con el club. La excelente relación que hay con los jugadores (la misma que había con los jugadores que se fueron a las apuradas, decidiendo que su futuro fuera distinto al de River Plate antes de jugar los partidos más importantes de sus vidas) hace presagiar un arreglo. Faltando unos días para empezar la pretemporada, Barovero, Vangioni y Balanta no tenían apuro en renovar y por eso se los amenazó. Había que cubrir las apariencias y por eso se terminó hablando que el arquero tiene un problema personal, Balanta arregló y Vangioni... también arregló...
Todo estaba encaminado a seguir cubriendo a la dirigencia. Un poquito de recuerdos recientes (que todos agradecemos y festejamos), otro con compras indescifrables, otro con algún posible arreglo político para que no nos maltraten, echar culpas a los dirigentes pasados, el pesado tiempo político económico del país y la fiesta podría haber continuado con un año de expectativas.
El problema es que un periodista quiso tener la primicia y ser un poco más ¨audaz¨ que el resto y metió el dedo en la llaga; destapó la caja de Pandora cuando mostró la punta del ovillo. ¨Vangioni arregló por ceder la deuda (?), no cobrar premios hasta junio y se irá con el pase en su poder¨.
Automáticamente a todos se nos prendieron las luces y surgió el escándalo. Vangioni no renovó su contrato sino que se va del club sin estar 6 meses colgado (jugará al mínimo valor, un sueldo sin premios y resignando deuda; todo lo resignado será donado a la fundación del club (?)), Barovero se irá en junio (todos lo queremos y no preguntamos sobre los ¨problemas personales¨) y probablemente con Balanta sucederá algo similar (aunque en su caso se supone que dejará plata).
Extrañamente (?) la metodología empieza a sonar muy Aguilaucha y el color rosa de la gestión D´onofrio se va transformando en grisácea. Un mecanismo de defensa y alarma transforma las compras desconocidas (Mayada y Viudez) en preocupación, las aceptables compras (Martinez y Bertolo) en incógnitas, las inentendibles (Casco a un precio absurdo) en enojo y finalmente uno espera que Arzura, Domingo, Fernandez en reemplazo de Kranevitter y Sanchez no terminen siendo algo así como San Martin, Ahumada para cubrir a Mascherano. Las expectativas son diferentes pero la situación tiene las mismas sombras.
¿Cuántos jugadores quedarán en julio del plantel campeón con Ramón Díaz?
Sin inferiores que pudieran tapar los errores, hoy la pregunta es por qué no hay compras y por qué los jugadores se van sin dejarle un peso al club. Cuando Aguilaucha dejó su lugar, dije que a la inmensa deuda había que sumarle un plantel sin valor, cuando se fue DAP, dije que a su interminable deuda solo había que restarle la revalorización del plantel (no por resultados sino por nombres).
Después de todos estos sucesos queda muy claro que se cometen muchos errores en esta gestión (que continúan con la misma soberbia mostrada por gestiones anteriores) y que sigue sin haber un peso.
Se puede discutir si realmente están saneando la economía, si realmente son más honestos en sus movimientos, si esto es lo mejor que se puede hacer con la realidad del club... pero está claro que hasta ahora nos mintieron (o al menos escondieron una gran parte de la realidad) y que para que el club siga funcionando están desviando las altas recaudaciones y premios hacia otros lugares (espero que al menos sea para disminuir la deuda con pagos genuinos).
Está claro que el bien de cambio elegido por esta gestión es el socio (terribles aumentos de cuota social y TLM disminuyendo los servicios) y que no han sido inteligentes a la hora de conseguir plata y pagar a los jugadores (a quienes le deben pagar sueldos pero les deben premios importantísimos por los resultados obtenidos).
En lugar de empezar las negociaciones 18 meses antes de terminar un contrato y terminarlas 12 meses antes (con la real amenaza de colgarlos) para terminar arreglando algo, se prefirió hacerlos jugar para ganar títulos y perder el patrimonio (¿prestigio para todos a cambio de patrimonio?). En lugar de tener juveniles que cubran los espacios que dejan los jugadores que se quieren ir, tenemos que comprar caro a cualquier jugador medio pelo.
En lugar de comprar 1 jugador que haga la diferencia (como podría ser un Romero por 6 millones o Sosa por 8), debemos comprar 4 por más valor (Casco, Arzura, Fernandez y Domingo costaron más que el precio pedido por Sosa y peor aún si miramos lo que dejó la venta Kranevitter y lo que se gasta en reemplazarlo).
Hoy, a pesar de todo lo que no se dice, podemos asegurar con bastante certeza, que la política es no pagar todo, dejar que se vayan para borrar esa deuda y traer jugadores que cobran algo menos (una política que probó Aguilaucha y no funcionó). Lo peor de todo es que esa política nos quita una herramienta de negociación (por eso no hay arreglo de renovación de contrato, el club tampoco tiene mucho para discutir y deja pasar el tiempo), provoca que todos quieran irse y desmotiva al jugador.
La gran pregunta por contestar es cuanta es la deuda que hay con cada jugador y por cuanto se van. ¿Cuánta plata se les debía a Rojas, Sanchez y Vangioni?
Hoy solo podemos amenazar a un jugador con colgarlo por 5 meses, canjearlo por deuda o rematarlo en un mercado de pulgas donde vendemos orginales para comprar muchas dudas. Una política pésima más allá de que después tengamos la buena suerte de encontrar un Alario o algún tapado que nos pueda dar alegrías....
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