Es tiempo de abrir los ojos

Para abrir los ojos 
Sebastian Grane de La Máquina Millonaria
Resultado de imagen para hombre con los ojos vendados
River perdió la final de la Supercopa Argentina en manos de Lanús, con un marcador exagerado, ya que el 3 a 0 final no refleja lo que fue el desarrollo del encuentro, pero que deja un mensaje importante para los dirigentes y cuerpo técnico del Millonario.

Hasta el gol de Lautaro Acosta, poco pasaba en el partido. River había dominado con presión en campo rival en el primer tiempo pero no llevaba peligro al arco de Andrada, mientras que el conjunto del sur esperaba replegado para salir de contra.

Lamentablemente para el Millo, la efectividad del Granate hizo la diferencia. Tuvieron tres llegadas de peligro y las tres terminaron en gol. Ninguno de los dos estaba generando riesgo como para quedarse con la victoria, por eso ganó el que fue más efectivo.

Aunque es una Copa de segundo orden, que otros equipos la usan para meter estrellas en sus escudos o camisetas, River siempre está obligado a ganar las finales, y esta no era la excepción. El problema es que, contrariamente a lo que nos quieren hacer creer, el Millonario no tiene un plantel con la jerarquía y las variantes necesarias para disputar dos competencias y revertir situaciones adversas.

Anoche, el único que intentaba romper el molde era Ignacio Fernández, pero estaba muy solo, nadie lo acompañaba y sus pases terminaban siempre sin peligro fuera del área o con centros para que los defensores de Lanús se vayan a dormir con chichones en la cabeza.

La ausencia de Lucas Alario potenció esta imagen. El nueve parece ser el único capaz de preocupar a las defensas rivales, y sin él, la ofensiva del Millo es prácticamente estéril. Un hombre para destacar es el juvenil Martínez Quarta, que a pesar de su corta edad y algún error en el segundo gol, fue uno de los mejores del equipo, empezando a ganar un lugar en la zaga junto a Maidana.

El resultado tiene que servir para abrirle los ojos a los dirigentes y convencerlos de que deben llenar los dos cupos restantes con jugadores que hagan la diferencia. Tienen que romper el chanchito para incorporar jerarquía. Basta de jugadores falopa, de “refuerzos” que llegan rotos y tardan ocho meses en debutar, de jugadores viejos o ex jugadores, y de superpoblar lugares que ya tienen cuatro o cinco nombres para pelear por el puesto.

La prueba de que es un plantel corto está en que, Casco, con un puñado de entrenamientos tras una grave lesión, y Auzqui, llegado a River el viernes, tuvieron que jugar porque no hay mas variantes.

Esta dirigencia ha desmantelado un plantel campeón y no ha traído jugadores a la altura de aquellos que se fueron. Tampoco se ve un trabajo de inferiores efectivo que permita suplir algunas ausencias, sobre todo del medio hacia arriba, con chicos de la cantera. El déficit en ese aspecto es muy grande.

La ventaja de esta Copa Libertadores es que será anual, y en Junio/Julio de este año habrá un nuevo mercado de pases que, de lograr la clasificación a octavos de final, les permitirá traer más jugadores, probablemente, sin límite para incorporar.


Esta comisión confía sobremanera, con justa razón, en la pericia de Marcelo Gallardo para los encuentros mano a mano, pero no deben abusar tanto de su suerte. El Muñeco demostró que sabe como jugar determinados encuentros, pero sería una buena señal que le den una mano desde arriba para no dejarlo tan solo.

1 comentario:

Eugene Fraga dijo...

En todo de acuerdo. Muy acertadas reflexiones futboleras... En la nueva y extensa Copa Libertadores 2017, con el reducido y discreto plantel que el Manager y la Dirigencia supieron conseguir (desarmando al Campeón de todo en menos de dos años) River va a penar igual que en 2016, será proeza llegar a Cuartos. Clasificará, porque en el Sorteo D'Onofrío se movió bien con la Conmebol. Y los Octavos River los pasó históricamente con la camiseta. Pero no tiene para mucho más. Batalla es menos que Chichizola y Lux a la misma edad, atrás sólo Maidana da la talla, y Ponzio lucha en soledad en el medio. Y que no se resfríen Alario y Driussi!. Que un futbolista muy intermitente como Fernández sea el único creativo que tenemos demuestra la pobreza extrema de este River con menos de 25 profesionales (la contra tiene casi 40). Con Lanús, Nacho jugó su mejor partido desde que llegó, ojalá siga así.
Pero a no confundirse, si no lo refuerzan bien a mitad de año, el último SuperClásico oficial y la Supercopa ARG serán la medida de lo que puede dar este plantel. Por ello, haber ganado la Copa ARG y la Luis Nofal fue milagroso. Gran mérito de Gallardo, que ya no es más Napoleón, ahora es Merlín el Mago...