¡¡¡ Basta de ensueños Fonzi !!!
Los buitres vienen por todo y por todos
Ahora utilizarán el ARCA para que mediante la derogación del Decreto 1212 presione impositivamente a la asociaciones civiles para que se arrodillen ante la obsesión de Milei y Macri de entregar el deporte a fondos especulativos financieros que fue uno de los acuerdos para que el último apoyara al bufón en el ballotage.
Por eso sinceramente creo que "Si no luchamos juntos, nos aniquilarán por separado" Por ello a continuación se transcribe textualmente el editorial "Hinchas y socios se movilizan contra las SAD de Macri y Milei" por el prestigioso periodista Gusta Veiga en Derribando Muros.
“No a las SAD, los clubes no se venden”, es la consigna que empieza a prender en grupos organizados que ya tienen un recorrido en defensa de las sociedades civiles sin fines de lucro como antagonistas de las SA. Participan las Coordinadoras de Hinchas y de Derechos Humanos
Algo se mueve por abajo y sale a la superficie, como las corrientes marinas. Son los hinchas, socios y socias que van reuniendo fuerzas, empoderándose en su lucha para enfrentar a las Sociedades Anónimas de Macri y Milei. El ideólogo y el ejecutor de una política para apropiarse de bienes ajenos: los clubes. Casi como si tuvieran la idea fija.
Distintos espacios colectivos tuvieron el punto de partida para levantar su voz contra las SAD. Tres coordinadoras, la de Hinchas, de Derechos Humanos del Fútbol Argentino y la de Fútbol Feminista se reunieron en el Sindicato de Licenciadas en Enfermería de CABA.
También adhirió el Foro Social del Deporte y acompañaron la iniciativa el profe Fernando Signorini, el relator Javier Vicente y la diputada Cele Fierro, del Frente de Izquierda.
Unas ochenta personas le dieron volumen a la convocatoria que prepara un segundo encuentro, pero mucho más ambicioso. Está proyectado para el miércoles 18 de diciembre en la Plaza de Mayo. Habrá una radio abierta, murgas, exhibiciones deportivas, otras expresiones de nuestra cultura popular y una campaña que se extenderá a las canchas de fútbol en las últimas fechas de los campeonatos.
“No a las SAD, los clubes no se venden”, es la consigna que empieza a prender en estos grupos organizados que ya tienen un recorrido en defensa de las sociedades civiles sin fines de lucro como antagonistas de las SA. Militan los DDHH, las políticas de género, custodian el capital real y simbólico que levantaron generaciones de argentinos.
En el acto donde surgieron distintas ideas para frenar la iniciativa del gobierno, que transferiría patrimonios históricos a manos ajenas, del país y de afuera, se escucharon propuestas diversas. Con una característica que se destacó: la transversalidad.
Nadie quiere a gestores de bienes ajenos en estos espacios donde se dialoga de política deportiva, donde se entiende al deporte como un derecho humano y se discuten límites precisos al mercado.
Rechazan a las sociedades offshore, fondos buitres, multinacionales de falsa bandera, empresas que empujan a generaciones jóvenes hacia la ludopatía, mercaderes de espejitos de colores que solo cultivan dinero.
Signorini recordó que Diego Maradona, su amigo y a quién entrenó durante años, hubiera sido crítico de las SAD.
El gobierno tóxico de Milei pretende incluir su iniciativa a favor de las SAD en la guerra cultural que lleva adelante. Esa es una de sus grandes contradicciones. Los clubes no son bienes de orden público, como algunas de las empresas del Estado que pretendería rifar: Aerolíneas Argentinas, YPF, ARSAT.
Las entidades deportivas son privadas y de sus socios, cientos de miles a lo largo del país. La AFA las representa, en el caso del fútbol.
Por eso se ejerce la coerción sobre todas ellas por vía del DNU 70, la derogación de ventajas impositivas, en definitiva con el objetivo de desfinanciar a instituciones claves que han reemplazado funciones sociales del Estado en momentos cruciales. Durante la pandemia o con la contención a gente en situación de calle durante el invierno.
Las voces presentes recorrieron los caminos compartidos y los que quedan por andar. Hoy, todos y todas, se identifican bajo una misma consigna: “No a las SAD”.