LOS CLUBES SON DE NOSOTROS (LOS ASOCIADOS). LAS NECESIDADES Y URGENCIAS SON AJENAS (ESPECULADORES EXTRANJEROS).
Daniel Kiper, Horacio Roncagliolo y Carlos Lancioni
Parafraseando la letra de la canción “El arriero va” y merced a las declaraciones del Presidente Milei y otros funcionarios, hemos de señalar que los clubes son de nosotros (los asociados) y las necesidades y urgencias son ajenas (especuladores extranjeros).
En efecto, conforme ha publicado en La Nación el día 7/1/2024 el Presidente de la Nación sostuvo en declaraciones efectuadas a Radio Mitre que: “Lo interesante de las SAD en el fútbol es que la inversión entra muy rápido. Porque es un negocio muy fácil. No hay que urdir una maquinaria enorme porque construir una planta te puede demandar, no sé, dos años. Está la voluntad de inversión manifestada por Chelsea, en el caso de querer comprar a Boca, Racing, Newell’s, Lanús y Estudiantes. …
“Es de necesidad y urgencia. Hay grupos árabes expectantes de invertir cerca de u$s 3.000 millones y para nosotros (sic). Si el aumento de ahorro tiene contrapartida de inversión, es menos doloroso el ajuste, menos lo que cae la actividad, es menos lo que se pierde de empleo”.
“Soy hincha de Boca, y si vienen grupos inversiones y ponen una fortuna en Boca, y eso hace que Boca gane siempre y que River no le pueda ganar un solo partido, la pregunta es, ¿dónde firmo?”.
En palabras del Presidente es un negocio muy fácil para aquellos que quieren apropiarse de lo que nos pertenece a los asociados de los clubes, sin necesidad de construir absolutamente nada.
No podemos darle otra interpretación a sus palabras, un simple “pase de manos”. Especuladores extranjeros se apropiarán de los que nos pertenece y que es un legado histórico que debemos preservar para generaciones futuras, tal como en el pasado hicieron quienes nos precedieron.
Fuimos capaces, en más de 100 años de historia, de construir estadios, campos de deportes, gimnasios, escuelas e infraestructuras necesarias y adecuadas para actividades deportivas sociales y culturales. Y los especuladores extranjeros están ungidos y necesitan nuestros clubes y nuestras instalaciones para hacer dinero en beneficio de sus accionistas, no de la comunidad.
¿Pondrán dinero los inversores extranjeros?
¿A quién?
¿Para qué?
¿Acaso invertirán para desarrollar el deporte como herramienta de inclusión social?
El deporte es un marco de contención para los niños y adolescentes, un elemento de igualación y de desarrollo de los vínculos sociales que favorecen la convivencia, una actividad que beneficia la salud física y mental de la población, en general.
Las asociaciones civiles deportivas, por más de un siglo, han construido y facilitado instalaciones, profesores y organización para que los socios, en especial niños, puedan desarrollar algunas de las múltiples disciplinas y actividades que se ofrecen en los clubes (sean físicas, sociales, culturales, educativas, etc.), percibiendo módicas cuotas sociales.
¿Harán lo propio los inversores extranjeros?
¿Asumirá el Estado Nacional ese rol y esos objetivos?
Ambas respuestas a estos últimos interrogantes son negativas. El altruismo o el bien común no es propio de inversores. Su fin es el lucro y la beneficencia es mera publicidad.
Sin los clubes históricos ¿Que haremos con los niños?
En nuestro país el deporte se desarrolló a partir de construcciones sociales (nuestros clubes) que comprendieron tempranamente el valor recreativo, pedagógico y de desarrollo ínsito en la práctica masificada del deporte.
La denominada “explosión deportiva latinoamericana” surge en la década de los años veinte del siglo pasado cuando países como Argentina, Brasil, México o Uruguay crearon sus Comités Olímpicos Nacionales y fueron entrando poco a poco en las competiciones olímpicas y deportivas internacionales.
Recuérdese que The Argentine Association Football League, actual Asociación de fútbol Argentino, fue fundada el 21 de Febrero de 1893, siendo su primer presidente el inmigrante escocés Alejandro Watson Hutton.-
En otras latitudes la experiencia histórica y objetivos del deporte han sido diferentes.
En nuestro país, en cambio, el modelo deportivo se estructuró en rededor de construcciones colectivas (los clubes) no estatales, privadas y con fines altruistas.
Los inmigrantes de fines del siglo XIX y principios del siglo XX en lugar de integrarse a los patrones de ocio de la sociedad local, heredados de los tiempos coloniales en un marco de una población predominantemente rural, optaron por crear las estructuras necesarias para la actividad deportiva masificada, con fines recreativos y pedagógicos.
Es así que hoy, en cada rincón de la Argentina, encontramos clubes que conforman un punto de encuentro, de recreación, de formación, con campos deportivos, estadios, gimnasios, escuelas, que cumplen una función social no asumida por el estado.
La expansión del deporte en la Argentina se puede asociar al desarrollo de la sociedad civil ya que las organizaciones y clubes deportivos generan espacios de autonomía y participación al margen del Estado.
Fueron los clubes de fútbol, creados por decenas entre 1885 y 1930, quienes asumieron hasta nuestros días esta importante y trascendente función social.
Las sociedades anónimas buscan el lucro. De imponerse este modelo, cabe preguntar: ¿Dónde quedará la acción social y comunitaria de los Clubes?
El Presidente de la Nación parece confiar ciegamente en promesas de inversores extranjeros sin advertir que algunos siquiera pueden expresar el origen del dinero y que su único interés es el negocio trasnacional del fútbol, para apropiarse de nuestro “semillero” a mejor precio (comprar clubes que forman jugadores en vez de adquirir individualmente los derechos federativos de cada futbolista).
En el mejor de los casos nuestros clubes serán empresas satélites del fútbol europeo. En el peor, instrumentos que facilitaran el lavado de dinero.
El dinero no quedará en la Argentina, sino que retornará a los accionistas transnacionales en sus países de origen. Servirá también para implantar el furor consumista de las apuestas on line, manejadas en beneficio - no del Estado, como sucedió con el PRODE - de inversionistas extranjeros.
Por otro lado, al integrar a las sociedades anónimas al Sistema Institucional del Deporte, el DNU 70/2023 le otorga a empresas que sólo buscan su propio lucro, los beneficios impositivos y previsionales que tiene cualquier club reconocido, federación o el propio ENARD.
Es decir, el Estado Nacional, más allá de la recurrente afirmación del Presidente de la Nación sobre que “no hay plata” habrá de subsidiar a sociedades lucrativas, interesadas en la obtención del propio lucro. Ello no condice con la “emergencia económica”
La experiencia europea, muestra que los inversores transnacionales sólo “invierten” en deportes profesionales que garantizan rápidos retornos económicos en su propio beneficio.
Pueden invertir millones de dólares para adquirir los derechos federativos de futbolistas que por su talento les permita recaudar en múltiples y diversos modos. Pero no forman futbolistas, los adquieren principalmente en países latinoamericanos, sudafricanos o asiáticos.-
A modo de ejemplo Qatar Sports Investments, grupo inversor de origen catarí, presidido por Nasser Al Khelaifi, dueño del Paris Saint Germain. compra futbolistas de enorme dimensión mundial, podemos recordar a Ibrahimovic, Cavani, Mbappé, Neymar o el mismísimo Leo Messi. No forma futbolistas. Y a pesar de erogaciones millonarias no ha ganado títulos europeos. S
Sin embargo sigue expandiendo sus tentáculos en el mundo del fútbol. Tras anunciar la adquisición del Sporting de Braga, ahora hablan de la posibilidad de incorporar a su estructura al Málaga. Ni es la primera ni será la última gran inversión catarí en busca de hacerse un nombre y un prestigio dentro del deporte. Pero, ¿de dónde saca el capital?, ¿quién está detrás?, ¿qué maneja a día de hoy?.
Según reseñamos al solicitar la habilitación de feria el Presidente Milei, en entrevistas periodísticas, ha mencionado la existencia de tratativas avanzadas de grupos de inversión extranjeros para “comprar” clubes de fútbol en la Argentina.
En concreto mencionó que el “propietario del Chelsea, Tood Bohely, está dispuesto a aterrizar en la Liga Argentina y hacer una inversión importante comprando un club de la Liga”.
Se refirió al propietario de BlueCo 22 Midco Limited , consorcio de empresarios presidido por Todd Boehly, conformado en el año 2022, para la adquisición del club de fútbol Chelsea, que tiene sede en Londres y cuyo nombre alude al color del club de insignia y que actúa como la casa matriz.
Cabe recordar que Blueco recientemente adquirió también al club de futbol de Francia Racing Club de Estrasburgo Alsacia de Francia.
Para los que creen en la fantasía de que si ingresan capitales financieros los clubes van a estar mejor, en Uruguay y Chile están decepcionados con las SAD, así como en Brasil, que desde que Bolsonaro hizo lugar a las SAD, los únicos campeones fueron Asociaciones Civiles sin fines de lucro.