Para River el segundo semestre empezó de la mejor manera, avanzando en la Copa Argentina, consagrándose Bicampeón en la Recopa Sudamericana y debutando hoy en el Torneo de Primera División con mucha alegría, generando un nuevo sueño.
¿Volvió Ganar, Gustar y Golear? ¿Volvió la Gallardeta?
por Facundo Adamoli
El arranque pareció un calco de la Recopa Sudamericana. Iban sólo 3´ cuando Sebastián Driussi apareció por detrás de todos y, de cabeza, puso el 1 a 0 para el Más Grande. Con la ventaja inicial, el Millonario comenzó a controlar con paciencia la pelota, frente a un Banfield que salió a esperar y, con el 0-1, debió adelantarse un poco en el campo de juego, sin posesión ni peligro para La Banda.
El partido cayó en un impasse hasta que, a los 33´, Gonzalo Martínez -de enorme primer tiempo- sacó un zurdazo que se desvió y estuvo a punto de ser el segundo tanto de River. Instantes después, el Pity dio un pase que cruzó toda el área chica. Faltaba soplarla nomas.
Pero el Más Grande no pudo ampliar la ventaja y lo pagó caro, porque Banfield empató de manera totalmente inmerecida en la primera ocasión que tuvo, por intermedio de Santiago Silva. Nuevamente a remar para sacarlo adelante. En la última del primer tiempo, un gran desborde de Ignacio Fernández derivó en un rebote y el gol de Lucas Alario, pero el asistente marco offside de Driussi, que estaba en la misma línea.
El complemento también comenzó con un River avasallante, que estuvo a punto de lograr ponerse en ventaja a los 3´, con un gran centro de Jorge Moreira que conectó con un cabezazo espectacular Alario, aunque la pelota salió apenas por encima del travesaño.
Pero el Pipa tuvo revancha dos minutos después: agarró el rebote de un corner, controló la pelota y sacó un bombazo inatajable para estampar el 2 a 1. Desahogo Monumental con el grito del goleador de River y la Selección Argentina.
Banfield seguía sin hacer nada, pero Silva -cuándo no- volvió a ganar en el área y sacó un cabezazo que salió al lado del palo derecho de Batalla. A falta de 20´, Jorge Moreira -otra vez en gran nivel- robó la pelota, escaló, la agarró Martínez y, de derecha, sacó un remate que dio en el palo. El rebote le quedó a D'Alessandro, que no perdonó y estiró la ventaja.
En la jugada siguiente, un error -horror- de Hilario Navarro y la defensa de Banfield le dejó la pelota al Pity, que se anotó en el marcador y transformó la victoria en goleada.
El Millonario terminó envuelto en ovaciones para todos, toques, gambetas y el fútbol que siempre identificó a esta camiseta. Por eso, el aplauso unánime del Monumental fue el mejor premio que este equipo pudo recibir.
¿Se puede mejorar? Seguro. Pero River ganó cuatro de los cinco partidos oficiales que jugó en el semestre y, con este tipo de rendimientos, vale soñar.
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