Como de película

"Si arrastré por este mundo la vergüenza de haber sido y el dolor de ya no ser.

Bajo el ala del sombrero cuantas veces, embozada, una lágrima asomada yo no pude contener...

Era, para mí, la vida entera, como un sol de primavera, mi esperanza y mi pasión.

Sabía que en el mundo no cabía toda la humilde alegría de mi pobre corazón.

Ahora, cuesta abajo en mi rodada, las ilusiones pasadas yo no las puedo arrancar."

Así canta Gardel en "Cuesta abajo" cuando en la rodada añora un pasado que perdió.

Desde hace tiempo esa letra resulta aplicable a nuestro River, tanto que hace años la utilizamos para evidenciar la situación y que todos comprendieran que era necesario detener la caída.

En lugar de ello, los miembros de la peor Comisión Directiva de la historia y sus partenaires se lanzaron en una apresurada campaña, obsenamente onerosa, por la sucesión del capo herido al que -hasta poco tiempo- le rendían genuflexa pleitesía.

La rodada no se detuvo, por el contrario se agravó aún más ya que los directivos habían abandonado sus deberes y sólo retuvieron sus cargos para continuar gozando de sus prebendas e intentar quedarse con el nefasto aparato clientelístico.

Ahora, que luego de varias reuniones frustradas, se ha fijado el 5 de Diciembre para la anhelada elección, nos encontramos con una inusual cantidad de candidatos -muchos de ellos travestidos de opositores- que continúan incumpliendo sus deberes porque se hallan dedicados "full time" a una negociación permanente que parece un baile donde se cambia de pareja a cada rato.

López iría con Pérez, pero a los pocos días resulta que éste va con García mientras que López va con Fernández y así sucesivamente, nos enteramos de sucesivos arreglos entre ellos, en los que aparecen candidatos menores con los que habrían acordado formar grupos de negociación momentáneos que sólo tienen por finalidad reacomodarse en los 5 cargos de la minoría.

Negociación y traición son las dos palabras que más se escuchan por estos días en este River Plate abandonado por todos sus directivos. Es por eso que también recordamos otra canción de Gardel de esa misma película:

"Hoy un juramento,
mañana una traición,
amores de estudiante
flores de un día son."

Entrada Electoral:

¿Quiénes son los travestis políticos?