Aún en la Navidad continúa el Calvario

Al finalizar un agasajo a deportistas parapanamericanos en el Club, algunos periodistas preguntaron a Passarella sobre la auditoría, pero éste en su intento de explicar los hechos comenzó a recriminar a la prensa por no informar debidamente.

Tal como relata River Late, Passarella reconoció públicamente que esta dirigencia PATROCINA a un periodista que tiene un programa partidario en cable, dentro de otro programa de autos, ”El Garage” precisamente, remarcando que dicho programa no tiene mucho rating y lo ve poca gente. Si algo le faltaba a este programa y periodista era que su propio Patrocinador diga públicamente que el Club y el socio esta pagando un dinero por un producto que al hincha y socio en general no le gusta.

Las palabras del presidente fueron: "Nosotros evidentemente no tenemos una buena prensa. No patrocinamos a periodistas para que hablen bien de nosotros. Tenemos un solo periodista que tiene un programa que NO LO VE MUCHO LA GENTE Y QUE NO TIENE MUCHO RATING y que hace una revista, que, si lo patrocinamos y que se llama: Por amor a River. Es el único”

El programa y revista sponsorizado por River es el que produce Pablo Calvari un personaje que apareció en la vida riverplatense recién a medidados del 2009 - con la campaña electoral -, que anteriormente estaba vinculado a Luis Barrionuevo y cuyo antecedente en periodismo deportivo fue el programa "Por amor a Chaca", entidad a la que terminó haciéndolo juicio una vez que su anterior "patrocinador" se desvinculó de la misma.

Francamente no nos sorprendió la incontinencia verbal en un Passarella desbordado, ni el desconocimiento de orden de intereses, ya nos hemos acostumbrado a que priorice sus intereses personales por sobre lo colectivo (River Plate) que debería respetar, evidenciando la creencia en la autoimpunidad.

Por eso hoy nos pareció muy atinado el editorial de La Nación "Passarella se presume inocente" donde Claudio Mauri describe con acierto la antijurídica relación del presidente con River Plate y por eso la reproducimos integramente.

"No había acabado ese aciago domingo del descenso cuando Daniel Passarella, en su primera declaración pública, en vez de enviar un mensaje de autocrítica o de hacerse cargo de la parte de responsabilidad que le correspondía, sólo se preocupó por salvar su cabeza de la guillotina, mientras el Monumental era un pandemónium: "De acá me sacan únicamente con los pies para adelante". La arrogancia del presidente de River nunca descendió.

"Hace pocos días, en un encuentro con un grupo de periodistas, Passarella justificó las críticas que recibe en la "mala prensa" que despierta su figura. Supuestamente, su escasa condición de personaje mediático opaca su modelo de gestión. La victimización y la actitud a la defensiva no son nuevas, vienen de su época de entrenador. Llamativamente, transparentó el apoyo económico que le da a un programa partidario, aunque le restó influencia en el concierto de los medios por su baja repercusión.

"Como se siente demonizado por gran parte de la prensa, River emitió ayer un comunicado en el que desmiente que en el Salón de Honor se haya realizado el 22 de este mes un festejo con brindis y baile, según trascendió en algunas publicaciones.

"Para Passarella y compañía, la desventura deportiva no es lo suficientemente dolorosa como para empañar la obtención del "campeonato económico", con un balance que arrojó la reducción del déficit y dio un superávit de casi 90 millones de pesos. Una supuesta impecable gestión económica que no disipó las sospechas por el 15 por ciento que le correspondía a Buonanotte por su transferencia a Málaga ni aclaró la participación de un intermediario holandés que cobró parte del pase de Lamela.

"¿Se les puede creer a los dirigentes de River cuando ellos mismos se contradicen públicamente sobre los manejos que precedieron al torneo que los condenó al descenso? La B que atormenta y ridiculiza a River es la primera letra del único refuerzo que se incorporó a principíos de 2011: Bordagaray. El destino a veces se explica por crueles simbolismos, aunque las explicaciones puedan ser divergentes. Según el vicepresidente Diego Turnes, sólo hubo una contratación porque la situación económica era delicada. Passarella prefirió el dedo acusador: responsabilizó al "Negro" López, que le manifestó conformidad con el plantel y no le pidió nadie. Ni siquiera a Bordagaray, al que casi no tuvo en cuenta.

"El descenso no creó culpa en Passarella, pero sí algún complejo, como el de evitar a Boca en los clásicos de verano pese a los contratos firmados. Almeyda piensa lo mismo. Ambos esgrimen razones de seguridad, pero no hay mayor temor que el escarnio de exponerse a una situación que les hará pasar más calor que el abrasador sol de enero".

Todo esto nos lleva concluir que River Plate y la enorme mayoría riverplatenses seguimos padeciendo un Calvario aún durante las fiestas por la Navidad.

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