¿Quieren borrar la memoria?

Un twiteo de Juan Ciminari nos dejó marcados: "Los opositores se lavan las manos, los oficialistas se justifican con Aguilar y los hinchas son fans de la hinchada". Así estamos.

¿Hacia donde vamos? Nuestro Club atraviesa el peor momento de su historia,sin embargo en la CD nadie piensa en solucionar las causas de la situación y sólo quieren aparecer como "salvadores" de lo que ellos mismos provocaron.

Los riverplatenses de origen nos sentimos avasallados por un gobierno que jamás ensayó una autocrítica y que en el 2011 condujo a River a la B presentando el trágico descenso como el hecho salvador de las finanzas. Falso, es la misma historia que viene repitiéndose en varias décadas. Utitizar las ventas de jugadores para maquillar la mala administración.

Así Pasarella se ufanó publicamente que con la pérdida la categoría River se "benefició" (sic), ya que "antes" había un plantel que ganaba 7 millones de dolares y ahora sólo gana 1 millón en la “B”. Asi reprodujo la infeliz frase del Chori Dominguez "el descenso fue lo mejor que le pudo pasar a River".

Pero si el oficialismo es patético, tiene por correlato una dentro de la CD una oposición que no desentona con tanta mediocridad y que sólo compite con sus antiguos aliados en la soberbia o mejor dicho en la prepotencia ya que en realidad pretende esconder la ignorancia e incapacidad.

Charro en A River lo quiero dice "Mientras tenermos un oficialismo que nos quiere hacer creer que está haciendo magia con la economía del club y que por ello es una buena gestión, desde la oposición nos quieren hacer creer que en lo económico no pasa nada y que todo estaría muy bien si estuviéramos en primera división". Ambas posiciones son falsas, de falsedad absoluta.

Nuestro River está muy mal como consecuencia de una degradación institucional que viene desde larga data, que facilitó una descontrolada corrupción y al desmantelamiento de los planteles. Así se llegó a la desvastación que nos condujo al maldito 26/J.

Claro que se contó con la complicidad de los medios involucrados en el negocio del fútbol y también con los "buscas" disfrazados de periodistas que contribuyeron efizcamente con una nefasta "bosterización" cultural de un sector del pueblo riverplatense. Tanto que muchos renuncian a los valores riverplatenses, incluso los futbolísticos que siempre marcaron la diferencia. Eramos distintos. ¿Seguimos siéndolos?

Acá recurrimos a Jonathan Dagna que en "La casa no está en orden" destacó a raíz de la derrota del domingo "Algo que me generó intriga y un poco de sorpresa, fue ver a la mayoría de los hinchas aplaudiendo cuando el equipo terminó derrotado.

"¿Acaso no estamos recordando que estamos en una división que no nos corresponde y que perdimos con un equipo sumamente inferior al nuestro en todo sentido?

"Me pone mal pensar que la gente de a poco está dejando el prestigio de llamarse River Plate a un lado y empezar a alentar porque los cantitos de la tribuna son pegadizos o por el furor que genera la herida abierta que nos cruza el pecho.

"No quisiera creer que estamos alentando por el simple hecho de alentar. Aunque no lo crean, querer a River también significa reprochar, insultar y no estar de acuerdo con un estilo o un modo de juego porque hay que demostrarles a los jugadores donde juegan, que significa ponerse el GLORIOSO MANTO SAGRADO porque River tiene que seguir siendo River aun en una situación adversa, con el prestigio, la gloria y la historia que significa nuestro club.

"En estos últimos tiempos, me parece que nos han “sedado” para que, cuando el Titanic se hunda como ha pasado, no hagamos de eso un escándalo nacional.

"Yo recuerdo el día que jugamos con Belgrano, me agarró pánico pensando en cómo podía terminar el Monumental si llegábamos a descender, y descendimos y más que unos destrozos no ocurrió nada. Me refiero, y sin incitar a la violencia, que estamos perdiendo la capacidad de exigir. Recordemos que el paladar negro estaba instalado en nuestro fútbol y hoy hasta podemos llegar a aplaudir cuando un jugador revolea una pelota a cualquier lado. Es probable que el fútbol de hoy no admita el fútbol vistoso y elegante que pregonaba, por ejemplo, el glorioso River del año 96.

"Me gustaría que hagamos una autocrítica como hinchas para darnos cuenta que tal vez esta situación nos de la chance de recuperar esos valores perdidos e inculcarlos nuevamente en la cancha".

En este estado recurrimos a un comentario de Ernesto de Floresta, anhelando sinceramente que en esto esté equivocado, en cuanto sostiene que también quiere que Passarella de un paso al costado, pero conjetura que si no renunció en su momento (el dia negro del 26 de junio) no va a renunciar jamás, ya que su estrategia es que la vuelta a primera division el año que viene va a borrar el "chip" del descenso y será reelegido en el 2013 como el "héroe salvador"

Entrada institucional:

¿Cuales son las fallas institucionales?

¿Quienes quieren borrar la memoria?