El mayor rival de River es la ansiedad

El último partido de River en 2011 se encuadra en una de las tantas paradojas de la historia del fútbol. Un equipo juega mejor, merece más y que en su pico de funcionamiento no consigue el gol. Pero luego, cuando peor rinde, en el momento en el que el rival amenaza con romper la lógica del dominio anterior, llega el gol salvador. Ese es el perfecto resumen de Luis Botto en La Nación de la victoria que llegó con sufrimiento, con un gol de Carlos Sánchez por errores rivales

Es un abrazo que parece decir "Así de grande"

Como dice Alberto Cantore Todos los vaivenes que mostró en la primera mitad del campeonato, también se vieron anoche. Comenzó decidido, desniveló a su rival por los costados y tuvo situaciones de riesgo. Con el correr de los minutos y con la aparición de ese murmullo que inquieta, terminó apresurado, impreciso, desprolijo en el retroceso y las grietas no tardaron en aparecer en la última línea. Todo lo bueno que logra armar en ataque, vertiginosamente, y que invita a la ilusión, se desdibuja cuando la impaciencia comienza a bajar de las tribunas y se apodera de las piernas de los futbolistas.

La historia reciente de River en el Monumental pareció cobrar forma. Hay algo deportivo y mucho de psicológico cada vez que el equipo juega en su estadio ante su gente, dice Cantore y agrega por lo menos en este 2011 y el semestre anterior, ya que perdió tanto como ganó. En el Clausura, en primera, tuvo tres éxitos, igual cantidad de empates y cuatro caídas, para luego empatar en la Promoción con Belgrano. En la B Nacional, donde supuestamente debería sacar amplias diferencias por el conocimiento del terreno y por el apoyo de su gente, ganó nada más que dos (uno el de ayer, con lo justo y mucho nervio, y el anterior con Chacarita, también por la mínima diferencia), empató uno (con Central) y cayó ante Atlético Tucumán.

Dice Luis Botto: "Está claro: la cabeza pesa en River. Ayer, pese a jugar mejor, cayó inevitablemente en el diván psicológico que lo tiene como rehén. Pese a las buenas actuaciones de Cavenaghi y Alejandro Domínguez, pese a contar con varias situaciones de gol como para abrir el marcador en la primera mitad el arco se le negó".

Lo peligroso fue al inicio del 2º tiempo cuando Patronato tuvo tuvo dos posibilidades de convertir en una misma acción mano a mano con Chichizola . El tiro de Jara pegó en el palo y el rebote fue desperdiciado por Casado, que se apuró a rematar por encima del travesaño. Esta vez la suerte jugó de nuestro lado y la respuesta no se hizo esperar gracias a las fallas entre cuatro defensores entrerrianos, llegó mansita la pelota a Carlos Sánchez quien no tuvo dificultad para señalar el gol de la victoria.

En este blog venimos señalando desde el 2010 lo negativo que resulta la ansiedad que en los últimos tiempos se adueñó del River futbolístico y lo graficábamos con una expresión: La ansiedad es la causa de la eyaculación precoz.

El propio Ferrero, declaró "El rival de River es River" en diálogo con ESPN Radio Rivadavia. El defensor, quien casi sobre el encuentro de ayer fue desplazado por el Melli - queremos creer que lo fué por razones técnicas y no por sus dichos - explicó lo que siente todo el plantel y todo River "Mientras podamos ganar la lucha interna entre nosotros, los resultados vendrán solos".

Claro, que la presión en River crece cuando el equipo juega de local y es un arma de doble filo. Así lo analizó Ferrero "En los últimos dos encuentros se vio la presión con la que tenemos que lidiar. Es normal que la gente pida que ganemos por tres goles a los 15 minutos, así que tenemos que sobrellevar esa situación para los próximos partidos". La situación también fue reconocida por Carlos Sanchez en Olé , pero por suerte el autor del gol jugó.

No cabe duda que el 2010 será otro año durísimo que no admitirá concesiones. Sólo son dos los cupos para reforzar el equipo. Pero coincidiendo nuevamente con Botto "por lo visto, el refuerzo que más necesita River es templanza para no ser rehén de sus altibajos emocionales".

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