Deja vú 2012

En el reencuentro con el torneo oficial que River debe disputar luego del maldito 26 J volvimos a ver un equipo que, transcurridos los primeros minutos, es la imagen patética de la impotencia y falta de ideas.

Finalizado el partido otra vez más nos encontramos con la ausencia absoluta de la necesaria y terapeútica autocrítica. Muy lejos de ésta y de las esperanzas del pueblo riverplatense Almeyda declaró "Si me daban para firmar esta cantidad de puntos, lo hacía. Si antes de empezar el campeonato me decían que íbamos a estar en esta posición, lo tomaba. Esto es largo y, pese a que queríamos ganar, era importante sumar" (sic) recordándonos a JJ, también por sus declaraciones.

Pero como soldado obediente al de "la pelota no dobla" el técnico recurrió a una excusa para justificar el bajo rendimiento. Esta vez dijo "Para mí gusto el pasto estaba muy alto, más de lo normal. Ellos son locales y tienen todo su derecho a disponer y aprovechar de esas cosas. Pero eso, sumado al calor, nos comió muchas piernas".

El hombre es el único animal que tropieza dos veces con la misma piedra reza un adagio popular y el andar de nuestro River parece estar inclinado para seguir tropezando hasta una nueva caída.

Como parece que algunos animales no se han dado cuenta de ello y que conducirán al club a una nueva catástrofe creemos necesario poner la señal de alerta.

Es por eso que coincidiendo plenamente con Facundo Adamoli (@facuadamoli) reproduciremos textualmente a continuación su editorial "Alerta Roja" publicado en Sólo River (@solorivernet).
¿Que similitud hay ente estas dos frases: “Es imposible que River descienda”y “River asciende tres fechas antes”? El denominador común es que ambas frases fueron y son hilvanadas sin sustento, ignorando profundamente la realidad actual futbolística e institucional de River.

Fueron y son frases esquizofrénicas que intentan desinformar, confundir y mentirle al hincha. Porque este es el momento en donde algo tiene que cambiar (dirigencia, DT, jugadores). Es ahora y no en diez, cinco o tres fechas antes de la finalización del Nacional, que debe encenderse la alerta roja: para prevenir y no tener que curar más tarde. Con un juego apático, como si fuera un equipo cansado y sin trabajo táctico, River empató 1 a 1 con Almirante Brown por la fecha 19 del Nacional.

Al igual que con Boca, River solo pudo mantener 10 minutos de lucidez. De héroe a héroe se gestó el 1 a 0. Pase de Domínguez y gol de Cavengahi. River dominaba, pero la faltó carácter y convencimiento para dominar a Almirante Brown.

No hay que saber mucho de fútbol para saber que a River se le gana con la pelota parada: el 1 a 1 vino a través de esa vía. Es otro de los caprichos del cuerpo técnico, parecería que es pecado trabajar la pelota parada tanto en defensa como en ataque. En ataque, queda aun más en evidencia.

Sin el Chori Domínguez en cancha, no hubo más fútbol. Ocampos, desde hace ya tiempo de bajo rendimiento, no aportó sorpresa por la banda izquierda. Ponzio, siempre intrascendente, se dedicó a no equivocarse y jugar la pelota horizontalmente. Cirigliano, el pulpo del mediocampo, fue el único que jugó sabiendo que camiseta vestía. Sus intentos por aportar fútbol y adueñarse del mediocampo, no fue acompañado por la apatía general del equipo.

La ausencia de refuerzos de peso, se hizo notar a través de las incorporaciones: Ponzio intrascendente en la mitad de cancha; Trezeguet en la enfermería, rindiendo homenaje a aquella frustrado regreso de Marcelo Salas durante la dictadura Aguilar. La ausencia de refuerzos, también se hizo notar en las alternativas desde el banco: el reemplazante natural del Chori Domínguez fue Andrés Ríos, otro jugador que desde antaño, sigue sin rendir con la banda roja.

Otro capítulo para Almeyda y su obsesión por Rogelio Funes Mori: “el goleador sin goles”, el crack de las prácticas, el 9 de área que no anota, ni pivotea, ni lleva la pelota. El 9 que futbolísticamente, sigue prometiendo pero nunca cumple, que por ahora, sólo se ven insólitas imágenes de cómicos “resbalones” y de remates en donde termina inevitablemente en el piso. A todos nos encantaría que nos calle con goles: no tres o cuatro en todo el semestre, sino quince o veinte, el mínimo establecido para ser digno de la 9 de River.

Desde el juego, el ciclo del Almeyda parece haber llegado a su fin. Sigue sin encontrar el equipo y continúa respaldando a aquellos jugadores que no rinden en la cancha, relegando a importantes jugadores como Abecasis, Sanchez, Villalva, Aguirre y juveniles con proyección. Almeyda admitió no trabajar la pelota parada, y esa es la principal vía a través de la cual River es vulnerado y al mismo tiempo no convierte ¿Cuáles son los incentivos para no trabajar en la semana este punto?.

La alerta roja debe prenderse ahora que la punta no está lejos. Los equipos que paran en cancha, comienzan a parecerse a los equipos que armaba Jota Jota Lopéz en los partidos de promoción (apáticos y con la presencia de jugadores resistidos por la hinchada y de probado fracaso en el club).

Algo huele mal últimamente y parecería indicar que a más de algunos les conviene que River siga en el Nacional. Es momento de actuar.

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