Pena + Golazo = Tranquilidad

Tras vencer a Chacarita por 2-0 River alcanzó la punta de la 1ª B Nacional compartiéndola con Instituto de Córdoba y Rosario Central.

Transcurrida más de media hora de juego, el anodino y cerrado encuentro con los funebreros se abrió a los 33´gracias a un tanto en contra de los funebreros producto del error infantil del experimentado defensor Pena y a los 39´se cerró con un golazo de Lucas Ocampos. A partir de allí se River se quitó la ansiedad logrando así una relativa tranquilidad de la que hace mucho carecía.

Para un relato completo elegimos el clarísimo posteto "Un poco de aire" que publicamos - con autorización de Sólo River - de Facundo Adamoli que a continuación reproducimos integramente.

De tantas veces maldecir a la suerte, una vez nos jugó a favor. River arrancó jugando un primer tiempo espantoso y preocupante. El gol en contra de Chacarita lo cambió todo. La distensión de ir un tanto arriba y una actuación superlativa del pibe Ocampos, abrió el camino para que River venza 2 a 0 a Chacarita por la fecha 20 del Nacional.

River se prendió a la punta, pero cualquier similitud con el comienzo del campeonato pasado, no es coincidencia. River arrancó los primeros minutos del primer tiempo sin poder hilvanar una jugada. El juego colectivo tanto en ataque como en defensa, era de lo peor en mucho tiempo. El hecho de estar enfrentando a Chacarita, un equipo que pelea los últimos puestos, agigantaba esa indignación que el hincha ya se está cansando de aguantar.

El gol, fue como un oasis en el medio del desierto: River jugaba mal y se ponía en ventaja, un patrón similar de los primeros partidos de la primera mitad del campeonato. Con el marcador a favor, aquella evidente barrera psicológica que inhibe a River, pareció romperse por completo. Si bien el juego colectivo mejoró, el gran aporte provino del pibe Lucas Ocampos, quién venía con bajos rendimientos en los últimos partidos. Intratable, irrespetuoso, incontrolable, Ocampos puso toda su fantasía a disposición del equipo para lastimar a Chacarita. Con un golazo por fuera del área, puso el 2 a 0 y sentenció el partido.

Mas allá de que se ganó, el futuro del equipo de Almeyda sigue siendo incierto. Es obvio que mucho hay de psicológico en este equipo. River fue un equipo antes y después del gol en contra de Chacarita. La presión es muy grande y se nota que eso pesa en los jugadores (especialmente en referentes como Domínguez y Cavenaghi). Tal vez el hecho de no encontrar el rumbo futbolístico grupal e internarse en discusiones mediáticas, perjudique también desde el rendimiento individual, a ambos referentes, que, en definitiva, sólo quieren ayudar al club.

River debe tranquilizarse pero trabajar con seriedad. El problema es futbolístico pero también psicológico. Cuando lo psicológico se antepone a lo futbolístico, difícil es encontrar soluciones terminantes al problema. La clave está en evitar las polémicas y hacer oídos sordos a quienes opinan “con mala leche” (sin dejar de hacer una sana autocritica). El torneo es largo, complicado, y está para cualquiera. Más que nunca, es el momento de redoblar esfuerzos.

Entrada fútbol:

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