El plantel dió un fuerte espaldarazo a Almeyda
Un 2º tiempo muy efectivo le alcanzó a River para golear a Arsenal de Sarandí por 4 a 0, en un discreto encuentro disputado en el sur bonaerense por la 9ª fecha del Torneo Inicial.
Los goles del "Millo" fueron convertidos por Leonardo Ponzio, a los 40 minutos; Carlos Luna, a los 24, y Rogelio Funes Mori, a los 40, 69, 81 y 90 minutos, respectivamente.
Leonardo Ponzio festejó su gol con Matías Almeyda en clara demostración de apoyo.
por Facundo Adamoli para Solo River
Cualquiera que hubiese visto el primer tiempo y parte del segundo, hubiera jurado que River conseguiría a duras penas la victoria. Un empate tampoco hubiese sido injusto para lo exhibido durante esos minutos de juego. Sin embargo, el estado de ánimo es superior a cualquier táctica, a cualquiera estrategia, y en tan sólo 30 minutos, el equipo de Almeyda se agrandó lo suficiente como para golear 4 a 0 a Arsenal de Sarandí por la fecha 9 del Torneo Inicial.
Mirando la formación inicial de River el mensaje estaba claro: el millonario salía a especular. Con cuatro centrales y tres cincos en el mediocampo, no se podía esperar más de un empate. En sintonía con el mezquino 4-4-2 establecido, el 75% del partido fue dominado por el juego brusco, trabado y nocivo para la vista.
Tanto el primer tiempo como los primeros 15 del segundo, el encuentro era un insulto al espectáculo. Tanto River como Arsenal se las ingeniaron para repartirse pelotazos y arriesgar poco en ataque. Un empate era a priori, el mejor resultado para ambos. Sin embargo, aún quedan jugadores para salirse del libreto: Leonardo Ponzio cortó un ataque de Arsenal en el medio y luego de recorrer varios metros con pelota dominada, remató al arco convirtiendo el 1 a 0 para River. River ganaba, pero nada tenía que ver con el partido.
El desarrollo del juego no cambió a partir del 1 a 0 en lo colectivo, pero sí sirvió para regar de confianza a algunos protagonistas: Ponzio y Mora, las figuras del encuentro, comenzaron a marcar la diferencia desde su calidad individual.
El ingreso de Affranchino en lugar de Sanchez le aportó sobriedad y velocidad al costado derecho. El juvenil, entró para saldar ese alto grado de imprecisión al que ya nos tiene acostumbrados el uruguayo.
El trabajo de la semana en lo colectivo no se notó durante gran parte del juego. Lo que si quedó en evidencia fue la gran calidad de jugadores que posee el plantel: desde el equilibrio de Ponzio en el medio, la habilidad y la entrega del uruguayo Mora y la potencia goleadora de Luna.
Los últimos 30 minutos del segundo tiempo estuvieron signados por recursos casi nunca vistos en la “Era Almeyda”: cambios de frente, paredes, pases al vacío y picardía para jugar.
El estado de ánimo a partir del cual se encuentra el jugador de River es determinante. El problema es motivacional más allá de algunas cuestiones tácticas. La producción futbolística exhibida en la última media hora, ha demostrado que el mayor rival de River es el convencimiento.
La victoria debe ser ejemplificadora sólo si se analizan los 90 minutos y no los últimos 30. Almeyda no debe repetir este mismo equipo si lo que desea es golear y gustar. River salió a especular y le terminó resultando. Los intérpretes del buen futbol están a la luz. Sólo resta rodearlos correctamente y en sintonía con la historia de River.
Entrada fútbol:
¿Cuál es tu opinión?
