River le ganó a River

 por Facundo Adamoli en Solo River

Que el resultado de los periódicos y de los medios televisivos no confundan a los lectores ni a la audiencia.

Por allí se divulga información que tiende a desinformar y malinterpretar. Abunda la mezquindad periodística y quienes quieren sembrar confusión. Por ahí se dice que River venció a Argentinos Juniors, pero no fue así: River venció por primera vez a River. 

River venció a ese dificultoso problema de ganar afuera. River le venció al horario a las 9.30 y a esas propias dificultades futbolísticas. En un partido trabado, difícil y lleno de tensiones, River se impuso 2 a 0, y cierra puntero la fecha 18 del Torneo Final.

El empate parecía clavado. Era la misma película que River venía mirando a lo largo de todo el campeonato. El equipo de Ramón Díaz nuevamente se generaba dificultades para atacar, defender y definir. Si bien el millonario arrancó con dos jugadas muy claras en el primer tiempo, un deslucido Argentinos Juniors se agigantaba al comienzo del segundo tiempo.

Tal vez la jugada más peligrosa de los de la Paternal haya sido el tiro desde casi mitad de cancha de Pisculichi. Tal vez esa jugada haya sido la única. No obstante, los jugadores sentían el peso y la responsabilidad de defender la punta y a medida que pasaban los minutos, la idea de compartirla con Estudiantes parecía un hecho.

Dos goles insólitos, casi abajo del arco, fueron desperdiciados por el Keko Villalva. El juvenil, muy activo y desequilibrante, no supo aprovechar las ocasiones claras para dejarlo a River acreedor de la victoria ya en el primer tiempo. Las jugadas malogradas daban la impresión de que el gol no se le daría a los de Nuñez esa noche.

River no jugaba para campeón, pero la pelota parada era tal vez el único recurso que otorgaba la esperanza de vulnerar a Nereo Fernández. Y fue así. 

La pelota parada, ese atajo fundamental que existe para llegar al gol le dio el 1 a 0 a River. Es que Lanzini, de enorme partido, ejecutó un tiro libre de la misma forma que el Enzo lo hubiera ejecutado. Pero Lanzini no es el uruguayo, y la pelota dio en el palo para luego ser aprovechada por Gabriel Mercado.

River se imponía 1 a 0 y no sucedió esa debacle emocional que muchas veces lo obliga a sufrir o a perder la ventaja en el marcador. Gracias a la astucia de Teo Gutiérrez, River se puso 2 a 0 arriba y finalmente logró derrotarse a sí mismo.

River venció a Boca. Ganó todos los clásicos. Se dio el lujo de ganar sobre la hora y participar de partidos heroicos como ante Racing. Todos estos condimentos hacen a un gran equipo. Todos estos condimentos le dan mística y confianza a alguien que aspira a ser campeón. 

Pero desde lo futbolístico, lo más importante fue quitarse el estigma de vencer las propias dificultades. River rindió uno de esos últimos exámenes obligatorios para lanzarse como verdadero candidato. 

River superó a todos y a sí mismo. Argentinos dio una muestra de que a pesar de estar descendido, todo rival es difícil. Y así lo será Quilmes. El Monumental será el Coliseo romano repleto de hinchas que quieren la gloria. Están a 90 minutos. Hagan historia.

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