Sin consenso, ni advertencia alguna, desde un escritorio del "Ministerio de Desregulación y Transformación del Estado" impulsada vengativamente por Federico Sturzenegger se firmó la disposición 16/2025 que ningún funcionario se animó a anunciar a viva voz.
En el silencio de las oficinas del PEN, se decidió que los clubes deportivos —esos templos populares del deporte, la cultura y la solidaridad— son un lujo que la política económica vigente no puede permitirse amén de ser otro medio de extorsión asfixiando a las asociación civiles para ser penetradas por los fondos financieros.
Una grave amenaza se cierne sobre los clubes
por Daniel Kiper
La Disposición 16/2025 impone a nuestras instituciones una carga previsional exorbitante, exigiéndoles tributar como si fueran empresas comerciales al elevar la alícuota - del 2% al 7,5% vigente al 13,06% con más un plus del 5,56% lo eleva la carga al 18,62% mas que duplicando el actual.
Esta decisión no es una medida fiscal más. Es una sentencia ideológica. El gobierno ha puesto en la mira a las instituciones que abrazan lo colectivo, lo popular.
Y como ocurre cada vez que se quiere desmantelar lo que une al pueblo, la ofensiva no se declara: se disfraza de técnica administrativa, de ajuste inevitable, de “orden económico”. Pero lo que se juega acá no es una planilla de Excel.
Lo que está en riesgo es el alma de nuestros potreros, el corazón del deporte nacional. Porque un club no es solo una camiseta ni una cancha. Un club es la pileta donde un pibe aprende a nadar, la escuelita donde se forja el compañerismo, el gimnasio donde se salva del abandono un chico que estuvo a punto de caer ante la indiferencia del Estado.
Un club es esa red invisible que sostiene a millones de familias. Es fábrica de afectos, trinchera de igualdad, incubadora de sueños.
Al imponer esta carga asfixiante, el gobierno no solo desconoce la naturaleza jurídica de los clubes: la combate. Les exige tributar como sociedades comerciales, pero no les reconoce beneficios ni facilidades. Los grava como si generaran riqueza para accionistas, pero les niega la ayuda que reciben entidades con fines de lucro disfrazadas de responsabilidad social.
No es ingenuidad. Es doctrina. En el país del “sálvese quien pueda”, las instituciones colectivas resultan sospechosas, molestas, subversivas. Molestan porque enseñan, a contramano del discurso dominante, que no todo tiene precio. Que se puede compartir sin competir. Que se puede crecer sin explotar.
Molestan porque se sostienen en el voluntariado, en la gratuidad del afecto, en la dignidad del que entrena sin promesa de gloria, en la obstinación del que enseña sin pedir nada a cambio. Desde esta trinchera —sin banderas políticas pero con los colores de mi club tatuados en el alma— alzamos la voz en defensa de todos los clubes de la Argentina.
Porque cuando un club cierra por asfixia fiscal, no se apagan solo las luces del estadio: se apaga una parte de nuestra identidad, de nuestra cultura, de nuestro porvenir.
Convocamos a la conciencia de los legisladores, a la reacción de las organizaciones sociales, al abrazo de los hinchas. Que nadie se haga el distraído: lo que está en juego no es la contabilidad de una entidad, sino la posibilidad de seguir creyendo en lo colectivo, en lo comunitario, en lo popular.
Cuando un club se cae, no se cae solo. Se lleva consigo un pedazo de infancia, una ilusión, una esperanza. Y por eso, como ese hincha eterno que aún canta desde la tribuna del tiempo, volvemos a gritar fuerte, para que todos escuchen:
“Los clubes no se tocan. Los clubes se defienden”.
5 comentarios:
En una nueva batalla dentro de la guerra iniciada por el PEN que obsesivamente busca lograr que los fondos financieros penetren en el futbol argentino, vía las SAD, o subsidiariamente a través de fideicomisos, el ejecutivo impuso arbitrariamente una reglamentación.
La modificación del Decreto 1212/2023, tras la Disposición 16/2025 impulsada por el ministro de Sturzenegger, que fue impuesta sin consenso previo, tendrá consecuencias económicas directas sobre los clubes amenazando su funcionamiento deportivo, así como sus proyectos educativos y sociales.
En el caso de River el nuevo esquema impositivo generará una pérdida estimada en los $ 16.820 millones entre septiembre de 2023 y junio de 2025 ya que las alícuotas que deben aportar las entidades deportivas en concepto de aportes previsionales se incrementaron del 8% al 19,12% asfixiando a los clubes.
En efecto la reciente modificación al Decreto 510/2023, impulsada vengativamente por el Ministro de Desregulación y Transformación del Estado (sic) Sturzenegger significará para River una pérdida neta estimada en $16.820 millones.
Es de señalar que en el período indicado precedentemente, El Más Grande vendió al exterior más de U$S 106.000.000 brutos. Solamente por la transferencia de Mastantuono al Real Madrid se le retendrán U$S 12 millones.
Además de violar lo prometido en la campaña electoral, quienes manejan al cuestionado Estado, no sólo se van a quedar con 19% del producido por la venta de futbolistas y por derechos de televisación, entre otros, sino que bolsiqueará esa misma alícuota de lo que pagás en concepto de cuota social para bancar a tu club.
En definitiva mientras el PEN reduce las retenciones a las exportaciones rurales y a los impuestos a los autos de lujo, sube los tributos a las asociciaciones civiles deportivas.
¿Todo será en venganza porque no le aceptaron las SAD y así opta por asfixiarlos?
Angela Lerena @Angelalerena
El Estado se va a quedar con el 18% de lo que pagás por cuota social para bancar a tu club. Mismo porcentaje para venta de jugadores y derechos de TV. Los campeones de la libertad le van a bolsiquear a River 12 millones de dólares por el pase de Mastantuono.
¿Cómo es la cosa @JMilei? Usted, que prometió cortarse un brazo antes de subir impuestos, va a DUPLICAR los impuestos a los clubes sociales? ¿Bajó impuestos a los autos de lujo y va a subir impuestos a los deportes amateurs? ¿Todo porque no le aceptaron las SAD? ¿Su brazo, bien?
¿Cuánto pierden los clubes con la nueva medida del gobierno?
La reciente Disposición 16/2025 del Ministerio de Capital Humano representa un golpe directo al corazón de los clubes deportivos de todo el país. Veamos por qué:
Hasta ahora, las instituciones deportivas pagaban un 7,5% en concepto de aportes sobre sus contrataciones, con más un diferencial del 0,5%. Con el nuevo régimen, se las obliga a tributar como si fueran empresas comerciales, llevando esa carga al 18,62%.
📊 ¿Qué significa esto en números?
Tomando como base el volumen estimado de contratos del fútbol argentino —unos 500 millones de dólares anuales— y una cotización del dólar de $1300, el nuevo régimen implica:
• 🔹 Aporte anterior: $52.000 millones
• 🔹 Aporte con la nueva norma: $121.030 millones
• 🔺 Diferencia anual: $69.000 millones de pesos
📉 Es decir: el aumento es de más del 132%.
Todo ese dinero saldrá directamente de clubes que no tienen fines de lucro, que no reparten dividendos, que sostienen miles de actividades sociales, deportivas y culturales para chicos, jóvenes y adultos en cada rincón del país.
🛑 Esta no es una medida técnica. Es una decisión ideológica que busca debilitar el tejido social y empujar a los clubes al modelo de sociedades anónimas.
Desde nuestra voz comprometida, levantamos la bandera de los clubes:
No somos empresas comerciales. Somos parte de nuestra identidad, de nuestra historia y de nuestro futuro. Y sustituimos al Estado en el desarrollo del deporte y en aspectos sociales y culturales.
Por Daniel Kiper
Manu
@Manu_27_
Respondiendo a
@TradicionalRP y a
@HRoncagliolo y 13 más
Cuando los clubes estén sumamente endeudados con el fisco, los obligarán a convertirse en SAD.
El club es de los SOCIOS y River es grande por los SOCIOS
Publicar un comentario