Pasó otro domingo sin River Plate, es decir otro domingo sin fútbol, tal como twiteó @ciminari (Juan I Ciminari de Jóvenes de River y de La Tradicional) quien agregó "Mas allá del resultado del partido, festejar los 110 años en la B y contra Merlo es un error. Debió ser en Mayo y en la A". Es cierto otro gravísimo "error" de la gestión Passarella encaprichada en ofender el sentimiento y tradición del verdadero pueblo riverplatense, del que nació siendo hincha del más grande y que no se deja engañar por cantos de sirena. Pero aún para los que se dejaron encantar por esos cantos ¿Ese fué el homenaje por los 110 años? "El empate con Deportivo Merlo dejó de lado el estreno de la camiseta por los 110 años del club y comenzaron las dudas del significado del juego del equipo de Almeyda... El homenaje a los 110 años de historia de nuestra institución fue un desastre", tal como dice Facundo Franco en El Lugar de River.
A los errores institucionales, el sábado se sumaron los errores en el campo de juego y en el cuerpo técnico, tan groseros que el lastimoso empate se lo debemos agradecer al árbitro que sobre el final perdonó un penal de Alayes a Martinez que había ingresando al área "messianicamente".
La verdad que a otro domingo sin River, se nos suma el dolor del sábado. Por eso para el comentario del partido optamos por reproducir a Facundo Adamoli de Sólo River , ya que es muy claro y concreto, en su nota "Cada vez peor"
"¿Cuántas derrotas seguidas se necesitarán para quebrar la testarudez de esta dirigencia y este cuerpo técnico?
"¿Cuántas más humillaciones y catástrofes tienen que sucederle al club para que haya algún cambio real?. Las tres victorias seguidas ya se terminaron. Como se dice en la jerga “la mentira se acabó”.
Sin mirar los resultados, sin tener en cuenta que aún no se perdió: ¿Cómo se explica que los equipos de la B, futbolísticamente superen a River? Jugando otra vez mal, River empató 0 a 0 con Merlo por la sexta fecha del Nacional. River lentamente va abandonando la punta. Esa “inercia ganadora” solo se explica en el resultado, no en el juego.
¿Qué sucede con el juego?. La defensa sigue siendo lo más flojo del equipo. La última línea parece independiente del equipo mismo, parece un “departamento neutral” que se niega a entregarle la pelota tanto al rival como a los que tienen la camiseta roja y blanca. Especialmente en ataque, se la nota nerviosa e insegura con la pelota. Cada pelota en el pie de los centrales, es automáticamente, una pelota regalada al rival o enviada al lateral.
La lesión de Abecasis fue mucho más contraproducente de lo esperado. El juvenil era una excelente variante en ataque que aportaba muchísimo al juego ofensivo. Con un Vella de bajo rendimiento, Sanchez ocupó ese puesto, perdiendo juego y creación por derecha.
La promisoria aparición del pibe Ocampos, aportó frescura al ataque, aunque, como todos sabemos, su posición natural es la de delantero. Su velocidad, desborde y pegada, podrían aprovecharse más si jugara como delantero en vez de mediocampista. Para eso, volvemos al debate de siempre ¿hasta cuando el 4-4-2? ¿De quién nos protegemos? ¿Por qué tanta cautela?.
River no ganó porque desperdició la única jugada de gol que tuvo. Antes, entraban. Ahora, no. Esa es la única diferencia entre ese River puntero, y este River que cada vez juega peor. Mientras los sistemas y los nombres sean más sagrados que River mismo, tenemos Nacional para rato.
Ya lo vivimos, pero no es suficiente. Un descenso no es suficiente para esta dirigencia. Hay jugadores que no pueden vestir la camiseta de River, pero sin embargo son ratificados. La cultura de privilegiar a aquellos que no hacen meritos para jugar se ha instalado hace tiempo. Esto, principalmente perjudicará a la generación Sub 20: los Cirigliano, los Pezzella, los Gonzalez Pires. Será que en definitiva, “no son positivos para el grupo” o “no harán reír al plantel”.
Desde que veo fútbol, siempre entendí que en la cancha, debe jugar el mejor.
Entrada fútbol:
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