Con una gran presencia de Riverción la selección Argentina hizo un partidazo y tras 15 años de frustraciones festejó en Bolivia
Ezequiel Palacios fue la gran figura en Bolivia
Remates desde fuera del área para aprovechar la indescifrable ruta que la pelota tiene en la altura y saque rápido de los tiros libres, para que el rival no pueda descansar. No, no fue el plan de juego boliviano.
Fue lo que hizo la Selección Argentina en La Paz para llevarse un notable triunfo por 2-1 y terminar la doble fecha eliminatoria con puntaje perfecto. Una verdadera viveza criolla, podría decirse, la de los dirigidos por Lionel Scaloni, quien ya había roto los libretos en la previa, disponiendo que el equipo viajase dos días antes a La Paz, lo que le valió numerosas críticas.
Con los tres puntos en la valija, puede que el entrenador haya sentado un precedente.Argentina la pasó mal, pero no tan mal en la altura, una parada siempre complicada en las Eliminatorias para la Selección a la que le vino le vino muy bien el cambio de apellidos en el mediocampo
.Frente a Ecuador, Paredes y De Paul sufrieron una exagerada soledad ya que Acuña, el tercer volante, tenía la obligación de auxiliar a Tagliafico. Con el neuquino lesionado, Scaloni se vio obligado a tocar el equipo y optó por el ingreso de Palacios: sabia decisión.
El ex River jugó un muy buen partido y alivianó la pesada mochila de Paredes y De Paul. Además, Ocampos, quien se posicionó como extremo derecho en la Bombonera, en La Paz bajó varios metros y pasó a la izquierda, casi como carrilero.
Mucho más compensado tácticamente, la Selección pudo sobrevivir a los pasajes de lógico dominio boliviano. Fueron dos: al inicio de la primera parte y en el arranque de la segunda.
Los bolivianos se las ingeniaron para llegar al 1 a 0, con siesta incluida de la dupla central conformada por Martínez Quarta y Otamendi.Como Argentina tuvo muchos problemas para encontrarle la vuelta al pelotazo largo, se decantaba que cualquier atisbo de remontada iba a ser por abajo.
Y el juego de pase corto anduvo muy bien: cuando los mediocampistas centrales pudieron tener la bocha, la calma reinó en el partido.Claro que, con el resultado en contra, lo que faltaba era aceleración: la tuvo fue Lautaro Martínez, autor de una guapeada de película para darle mucho más que aire a los suyos y en especial a Scaloni, quien salió desatado del banco a abrazarlo luego del empate.Vale destacar que la jugada del empate salió de una página robada al libreto boliviano:
De Paul sacó rápido un tiro libre en mitad de cancha para Palacios, quien abrió a Lautaro por izquierda para aprovechar el quedo boliviano en lugar de utilizar el parate para recuperar energías. Hasta ahí, el arma preferida del equipo eran los remates lejanos de Paredes, el único atento al famoso "la pelota no dobla" que caracteriza a estos partidos.
Tras algunos sobresaltos en el arranque del complemento, la historia pasó a tener nombre y apellido: Lionel Messi. El del Barcelona se despertó tras un primer tiempo que lo tuvo de espectador e hizo lo que quiso por el sector derecho del ataque nacional.
De sus pies salió el gol del 2 a 1, con definición del ingresado Correa y asistencia de Lautaro, quien con mayor protagonismo que contra Ecuador, demostró que puede causar estragos
.Formación inicial:
Armani; Montiel, Martínez Quarta, Otamendi y Tagliafico; De Paul, Paredes y Palacios; Ocampos, Messi y Martínez
Cambios:
58´ Correa por Ocampos, 68´ N. Domínguez por De Paul y G. Rodríguez por Paredes, 88´ Medina por Martínez
por Cristian Dellocchio en Página 12